sábado, 15 de agosto de 2015

EL PINCEL Y EL DESTINO

... Pinceles al aire...
... Aterrizan sobre mundos...
... Tramando sofisticación...
... Desaire...
... Levitación sobre un camino infecundo...
... Socavando con abyección...
... Lo terso termina inmundo...


... Horizontes de confrontación...
... Y leviatanes de inocencia

... Aparente y lánguida conciencia...
... Tras diligentes seres, sin clemencia...

... La vehemencia, con impares
... Aspavientos de indiferencia...

... El orgullo herido, sobre un carácter...
... La deficiencia,
... del cáncer perdido,
... y su omnipresencia.

... Ante un cielo ha caído...
... Arranca un velo...
... de tonos desvaídos...
... Y la inexistente...
... Latencia...
... Con inquietud...
... Un nido...
... Efervesce...
... Tejido...
... ¡Con ETERNA ESTRIDENCIA!


Taph.

miércoles, 8 de abril de 2015

Buscar, buscar... Y empezar.

Buscar... buscar y empezar.

Es hoy cuando después de 2 años, 2 días de haber cumplido el cuarto de siglo, decido llenar la primer página de un blog.

¿Las razones? Son aquéllas damas que no importan, siempre serán del agrado de algunos y del desagrado de otros. 

Agolpan sensaciones varias, después de más de 5 años de haber terminado los estudios formales y nuevamente recorrer el camino, porque decido no depender más de nadie... Que no sea yo mismo, me lleva a recorrer innumerables lugares, físicos y virtuales.

No era el plan de vida que tenía, pero francamente tampoco puedo sentirme defraudado, me he llevado lo mejor de cada error, sazón y desazón de seguir con vida después de un viaje que al parecer apenas comienza. 

He postergado tantas cosas, y me termino dando cuenta que debo dedicarme a lo que me apasiona más tiempo del que le dedico a mis rutinas. Busco incesantemente y no encuentro la motivación en la cotidianeidad de lo que hago. Escribir sí llena, y más que ser espacios o páginas, lo que se inunda de orgullo de plasmar la más pura esencia de uno mismo es el espíritu. Es una forma de hacerlo trascender manteniendo alineado el cuerpo físico.

No deseaba escurrir brevemente sobre cada renglón aquí vertido, sin embargo ésa cotidianeidad es la que prodiga los medios para poder escaparme... ¿De qué forma podrá romperse un vaho vicioso en derredor de tantas vidas como esta? (Todas y ninguna...)

Taph.